ABEDUL

Putas ruedas traseras del bus de la línea 29; pasáis henchidas de hálitos cotidianos, EN DIRECCIÓN, como siempre; nunca de REGRESO; incapaces de REGRESAR. Las cuatro de la tarde, vuestro tapacubos con touche poliédrico de tornillos hexagonales, todo bajo el rojo bermellón carrozado y un azul ahumado de CO2 contra el bordillo de la acera lánguida.

 

     Neumáticos aliados con un simple sol asfaltado, tendido a los pies de locales bajos, apretujados; sus letreros eminentes a punto de parir una tarde de final de Agosto; ese final de pista de recién aterrizados con panza cargada de pilas recargadas y vertedero de nuevas ilusiones, prestos a retomar su cotidianeidad...

 

     Así yo a las cuatro...y ¡zas!...la maldita nostalgia; golpetazo existencial de la...

 

     Me diste tu dirección, apresurados por el beso infinito, yo anoté TU RECUERDO.

 

     Y ahora resulta que debo consignar señas de remitente; pues...aunque sea desde esta encabritada tarde, lo hago; REMITE:DESDE TI.

 

     Y ...escribo:

 

     Fuimos tan sinceros que jamás un juego de cintura; se habían asido tanto y tanto a ella mis brazos... y tú dejaste se estrechara tanto aquel asirnos que...

 

     ¿Recuerdas? ...una noche sí hubo un intruso. Aquel tronco de abedul que se intercaló entre nuestro abrazo; se puso tras tu espalda; los dos en pié, batidos por aquella niebla de aquella noche de diciembre, de aquel parque de 18 años soñados...

 

     Menos mal, si no hubiera sido por el beso tan hondo, intenso que se nos llevó al infinito, hasta el recuerdo de hoy...

    

Si fuera hoy cuando te escribo, digo, te miro, para salvarme lo haría con una gafas fashion...

    

Pero no las hay para estas miradas. Ni hay rotulador roloon, no dispongo de nada porque me han dicho que NO ES HOY. Creo que es porque es SIEMPRE. Y así, solo cuento con el IMPULSO, el LATIDO. Si yo fuera Dios, ahora mismo crearía la VIDA ARTIFICIAL de forma GIGANTE, ilimitada, para CABER los DOS en ella.